Este es un pensamiento que encontre en internet y la verdad es que me gusto mucho porque nos habla de esos día como cualquier otro en las que nos ponemos a reflexionar que hemos hechos y lo que estamos por hacer o simplemente no hacemos en fin me parecío tan hermoso; ya que hay momentos en los que pensamos que la vida no vale nada y queremos huirle a nuestros problemas dandoles la espalda sin saber que tenemos todo a nuestro lado y no nos conformamos con eso, sino que queremos más sin ver a nuestro alrededor hay personas que en verdad tienen problemas que no se pueden resolver tan facilmente o simplemente no lo pueden resolver, pero siguen adelante con mucha fuerza y luchan por lo que quieren hasta conseguirlo.
Un día como cualquier otro
Un día como cualquier otro
Un día como cualquier otro me levanté y sin querer pensé en mi cruel realidad.
Pensé en las personas que no me quieren en los días que llueve; en esos días amargos en los que no vale la pena vivir; pensé en luces si luz.
Sin querer pensé en personas que ya no están y pensé en ti que me dejaste sin razón. Pensé en gritos y muerte; sufrimiento y dolor. Pensé en la soledad, la mentira, la falta de ganas; y solo me senté y dije la vida no vale la pena; pero pensando y pensando me di cuenta de los días de luz, de las lágrimas de mi mamá, de la risa mi abuelo, del cariño de mi padre, las tonterías de mis amigos;el mate y la guitarra, la música, el mar, el viento, la vida que florece en cada amanecer; pensaba que tú nunca te podrás ir de mí porque el amor nunca se olvida y sin olvido no existe el adiós.
Pienso en esas personas que se fueron que realmente siguen en mí; pensé que la lluvia son lágrimas, pero de alegría; pienso que las mentiras son palabras que no existen y solo pienso que realmente la vida al fin y al cabo sí vale la pena, así que me levanté y dije: ¡Buen día! Allí voy, a esperar un excelente porvenir, a forjar ese destino que jamás de los jamases me va a vencer.
Y digo dentro de mí misma todo lo que viví valió la pena
Pensé en las personas que no me quieren en los días que llueve; en esos días amargos en los que no vale la pena vivir; pensé en luces si luz.
Sin querer pensé en personas que ya no están y pensé en ti que me dejaste sin razón. Pensé en gritos y muerte; sufrimiento y dolor. Pensé en la soledad, la mentira, la falta de ganas; y solo me senté y dije la vida no vale la pena; pero pensando y pensando me di cuenta de los días de luz, de las lágrimas de mi mamá, de la risa mi abuelo, del cariño de mi padre, las tonterías de mis amigos;el mate y la guitarra, la música, el mar, el viento, la vida que florece en cada amanecer; pensaba que tú nunca te podrás ir de mí porque el amor nunca se olvida y sin olvido no existe el adiós.
Pienso en esas personas que se fueron que realmente siguen en mí; pensé que la lluvia son lágrimas, pero de alegría; pienso que las mentiras son palabras que no existen y solo pienso que realmente la vida al fin y al cabo sí vale la pena, así que me levanté y dije: ¡Buen día! Allí voy, a esperar un excelente porvenir, a forjar ese destino que jamás de los jamases me va a vencer.
Y digo dentro de mí misma todo lo que viví valió la pena
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